La energía geotérmica es, en su sentido más amplio, la energía calorífica que la Tierra transmite desde sus capas internas hacia la parte más externa de la corteza terrestre. De todas las fuentes renovables, la geotermia es la energía que proporciona un factor de carga o de uso más elevado durante el año, porque no depende de la disponibilidad de otros recursos naturales como el viento o el sol.

La geotermia superficial o de muy baja temperatura es la que aprovecha los recursos hasta unos 150-200 m de profundidad mediante tecnologías de bombas de calor geotérmica. Este tipo de energía geotérmica es utilizable en prácticamente cualquier punto del planeta. El aprovechamiento de la estabilidad térmica del subsuelo puede efectuarse durante todo el año para intercambiar energía (cediendo o extrayendo calor) según queramos obtener refrigeración o calefacción.

Gracias a la estabilidad térmica, el rendimiento del sistema es siempre elevado, puesto que no depende de la variación de la temperatura del aire exterior, que puede llegar a ser muy frío en invierno y/o muy caliente en verano .